Recupera activamente tu lesión

Las lesiones leves son el mejor momento para realizar otros deportes como excusa para recuperarse sin perder la buena forma conseguida

Las lesiones en el deporte son siempre inoportunas especialmente porque aparecen en el mejor estado de forma hasta el momento, pero también porque se empiezan a descuidar las buenas costumbres quizá por un exceso de confianza en nuestra forma física. Una cosa esta clara, una lesión es un producto de una mala práctica, bien sea a lo largo del tiempo o por un cambio reciente en los ejercicios, es el momento de reevaluar lo hecho hasta el momento, echar mano de las notas del diario de entrenamiento y ver cuidadosamente que actividades han sufrido una variación en los últimos días: habremos hecho muchos kilómetros seguidos, dos días seguidos de calidad, hemos comido mal, nos falta estirar lo suficiente... en resumen ¿qué ha roto nuestro equilibrio?

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Esta lesión tiene una causa directa o varias encadenadas que la han producido. Tras identificarlas hay que aislar el punto de dolor y hasta donde nos limita en nuestra práctica deportiva para saber si debemos simplemente rebajar la intensidad del ritmo, descansar o cambiar la especialidad que hacemos.
En la mayor parte de las ocasiones bastará con descansar uno o dos días si se trata únicamente de un sobreesfuerzo, si el problema viene de lejos o tiene varias causas lo más conveniente siempre que sea posible es explorar todas las posibilidades de movimientos que nos permita la lesión sin que nos cause ningún dolor o sea muy bajo para siempre que se pueda modificar la actividad que causó la lesión por otra que por lo menos mantenga nuestro estado de forma lo mejor posible. Por ejemplo la carrera a pie supone un impacto fuerte de cada articulación contra el suelo, si tenemos un dolor justo en ese movimiento lo adecuado será realizar otro deporte de fondo que no presente tal impacto como pueda ser el ciclismo o la natación por lo menos el tiempo suficiente hasta que dejemos de notar el dolor y manteniendo las buenas costumbres alimenticias, de gimnasia y estiramientos.
Si la molestia nos impide realizar cualquier movimiento lo mejor es visitar cuanto antes a un fisioterapeuta para que nos dé una solución o rebaje el daño causado, la inversión merecerá la pena con seguridad.
El siguiente aspecto clave es la recuperación, con este descanso activo realizado durante el tiempo que haya durado el dolor hemos conseguido mantener en cierta medida el fondo y la musculatura, sin embargo ahora toca readaptar esta al ejercicio especifico de carrera, para ello hay que realizar trotes suaves comenzando con unos 20 minutos diarios hasta 40 minutos la primera semana, siempre prestando mucha atención a las sensaciones en la parte lesionada. Es posible que aun siga doliendo algo pero es importante que el dolor sea contenido y no vaya a más si no regresaríamos al problema inicial, a partir de ahí nuestra paciencia nos pondrá de nuevo en la senda del éxito y los progresos continuos.

Comentarios

  1. Un buen recordatorio de que siempre conviene buscar otro deporte para descansar y evitar lesiones de estrés

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