El entrenamiento de élite y el amateur, aunque difieren en las marcas pueden ser iguales en distancias y estructura.
Cuando se entrena contra el reloj o contra un circuito se busca mejorar un tiempo en una distancia fija o realizar en un tiempo dado como 1 hora o 1 minuto, la mayor distancia posible. Lograr cualquiera de estos objetivos significa seguir un entrenamiento férreo, no por encorsetado sino por su periodicidad, dedicar un tiempo diario tanto en exterior con en casa, echarle muchas ganas y una fuerza inquebrantable para perseguir objetivos y que la lluvia, el frío o la noche no sean excusas para no ponerse las zapatillas. Actitudes que tiene cualquier deportista de élite y que hacen que el tipo de entrenamiento no sea tan distinto al de un aficionado variando sólo en los tiempos que se tarda en cubrir cada distancia y seguramente también en la cantidad de kilómetros semanales.
Sin embargo los resultados no tienen porque ser iguales aún con una gran dedicación y el transcurso de los años, porque deben coincidir varios factores para que sea así, algunos de ellos muy propios de cada persona. El principal de ellos es la calidad innata, las condiciones físicas con las que se nace que separan realmente los tiempos de un deportista profesional de un aficionado. La genética muscular que permite asimilar los entrenamientos para obtener unos resultados notables sin la que otra persona no superaría ciertos límites. Todos conocemos a alguien que con muy poco entrenamiento realiza mejores tiempos que nosotros, ese es un talento natural.
Cuando se entrena contra el reloj o contra un circuito se busca mejorar un tiempo en una distancia fija o realizar en un tiempo dado como 1 hora o 1 minuto, la mayor distancia posible. Lograr cualquiera de estos objetivos significa seguir un entrenamiento férreo, no por encorsetado sino por su periodicidad, dedicar un tiempo diario tanto en exterior con en casa, echarle muchas ganas y una fuerza inquebrantable para perseguir objetivos y que la lluvia, el frío o la noche no sean excusas para no ponerse las zapatillas. Actitudes que tiene cualquier deportista de élite y que hacen que el tipo de entrenamiento no sea tan distinto al de un aficionado variando sólo en los tiempos que se tarda en cubrir cada distancia y seguramente también en la cantidad de kilómetros semanales.
Sin embargo los resultados no tienen porque ser iguales aún con una gran dedicación y el transcurso de los años, porque deben coincidir varios factores para que sea así, algunos de ellos muy propios de cada persona. El principal de ellos es la calidad innata, las condiciones físicas con las que se nace que separan realmente los tiempos de un deportista profesional de un aficionado. La genética muscular que permite asimilar los entrenamientos para obtener unos resultados notables sin la que otra persona no superaría ciertos límites. Todos conocemos a alguien que con muy poco entrenamiento realiza mejores tiempos que nosotros, ese es un talento natural.
Sin embargo pueden lograrse muy buenos cronos por cualquiera con una aptitudes básicas aunque ya no se pueda vivir de las marcas o de los triunfos competitivos que se consigan con ellos.
Un ejemplo muy claro es que todos podemos llegar a realizar una distancia de 1.000 metros en 3 minutos y pocos segundos, pero pocos bajaremos de 3 minutos y todavía menos podremos hacer varios kilómetros seguidos por debajo de 3 minutos cada uno. Sólo quien consiga esto último estaría en condiciones de hacerse un hueco en el deporte profesional y aún así le será muy dificil, pero igualmente a los demás, esta persona hará carrera continua a 145 ppm y entrenamientos fraccionados de 400, 1.000 metros, cambios de ritmo en escalera....
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Las marcas deseadas vienen de entrenamientos específicos para la competición que se va a realizar, no se puede entrenar igual para medio fondo, carreras de 5.000 metros, 10.000 metros o maratón.
En el ambiente aficionado siempre hay alguien con unos resultados muy por encima del entrenamiento que hace, en etapas escolares eso es lo que buscan los programas de búsqueda de talentos deportivos.
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