Antes de salir

Cuida tu alimentación antes de entrenar, tus ejercicios se harán más fáciles y productivos.
Tras la comida, la mayor parte de la sangre va al sistema digestivo para facilitar los movimientos del estómago, intestinos y recoger los nutrientes de los que luego se alimentan el resto de las células del cuerpo, por este motivo es posible que sintamos frío después de una gran comida, la sangre que mantiene nuestra temperatura corporal bajo la piel ya no está en la misma cantidad. Lo mismo ocurre al hacer ejercicio, donde una buena parte de esta se utiliza para llevar nutrientes a las células de los músculos y "desaparece" del aparato digestivo, no es ninguna broma realizar un gran esfuerzo de resistencia con la digestión a medio hacer, las consecuencias pueden ir desde vomitar lo que quede en el estómago hasta un corte de digestión.

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Antes de entrenar hay que haber hecho la digestión pero no tener hambre de nuevo, es decir, deben pasar unas dos o tres horas. Si tenemos hambre lo mejor es comer algo ligero, un yogur o fruta.
Es importante saber cuanto se tarda en digerir cada alimento para que el entrenamiento sea lo más cómodo posible y no tengamos problemas de gases o urgencia en ir al baño, por ejemplo: la carne tarda más de 3 horas, igual que un cocido o fabada, el pescado, según cual entre 2 y 3 horas, unas legumbres sin carne o tocino se digieren en 2 horas, como el arroz, pasta, patatas, verduras o un buen bocadillo, sin embargo a algunas perosnas le spueden resultar pesadas.
El tiempo de digestión también depende de la cantidad comida, del hambre que tuviéramos antes y del tiempo que se haya estado sin comer.
Conviene hacer pruebas para saber como sienta cada alimento, hay competiciones tanto de mañana como de tarde y en todas habrá siempre una buena comida anterior.
Es mejor no acompañar los platos con mucho líquido, no más de un vaso, para que los jugos gástricos actúen mejor, por eso hay que beber 30 minutos antes o después.
Respetando estos tiempos conseguiremos que mientras estemos entrenando no tengamos ganas de ir al baño que seguramente en ese momento puede quedar muy a desmano, también ayuda tomar una infusión caliente o un cafecito después de la comida.
Unos minutos antes de salir hay que hacer unos ejercicios de movilidad, que consisten en mover mediante giros las articulaciones que vayamos a utilizar. Después, un calentamiento de unos 20 minutos nos dirá como ha asentado el estómago y será el momento en su caso de acudir al servicio, a partir de ese momento ya estaremos preparados para comenzar el entrenamiento, tan duro o fácil como sea necesario ese día, desde unos kilómetros intensos, repeticiones de velocidad o hasta 90 minutos de carrera continua, todo sin tener que interrumpirlo, porque en competición nunca se termina hasta llegar a la meta.

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Comentarios

  1. Interesantes comentarios que harán más cómodos los entrenameintos.

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  2. Que bueno, conozco demasiadas personas que entrenan sin desayunar porque eso les hace interrumpir el entrenamiento, claro, no se levantan con tiempo además.

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