Come bien para entrenar mejor.

El deporte ayuda a tener una alimentación y unos hábitos de vida saludables y ordenados

Voy a hacer una introducción a la alimentación orientada al deporte con una intensidad media en la que se compite a nivel aficionado, es muy conveniente ir tomando algunos hábitos con el fin de limpiar la sangre y eliminar su acidez por determinadas comidas para que la recuperación por el ejercicio sea más rápida y lo hagamos de manera más eficiente.
En general hay que hacer 5 comidas diarias para que siempre haya azúcares suficientes en la sangre para los músculos y las neuronas, proteínas y grasas para regenerar los músculos y tendones, que al cuerpo no le cueste tanto poner en marcha el mecanismo de digestión, no acumule grasas ni transforme más azúcares de los necesarios en estas y así evitar acumulación descompensada como consecuencia de estar más de 4 horas sin comer, este procedimiento también evitará los atracones a la hora de comer.


Al comenzar el día lo mejor es beber un vaso de agua y después realizar un desayuno que debe llevar un lácteo, cereales y fruta: por ejemplo puede ser leche o yogur, galletas, tostadas o cereales y zumo natural o alguna fruta. Por experiencia os diré que yo tardo 20 minutos en preparar esto y comérmelo, eso sí, lo que pueda lo dejo fuera de la nevera la noche anterior.



A media mañana se puede comer según el trabajo que se realice, desde un yogur o fruta hasta un bocadillo de jamón o unas galletas.
En la Comida será contundente para aguantar la tarde pero ligera para que no de sueño y cree incomodidad, por ejemplo se comerán legumbres sin carne, pasta, arroz, verduras, carne o pescado. Todo en proporciones adecuadas como expliqué en mi artículo publicado aquí “Alimentación y salud”.
A media tarde, para merendar la comida debe ser ligera: yogur, fruta o unas pocas galletas, lo justo para aguantar casi hasta la cena.
Por la noche podremos comer verduras o pescado mejor que carne.

La comida que se hace después de entrenar debe ser la de mejor calidad del día a excepción del desayuno, debe ser rica en vitaminas, llena de productos naturales que repongan los hidratos de carbono gastados (azúcares lentos de digerir como la pasta) y proteínas, que se repondrán a razón de 1, 2 gramos por kilo de peso al día.
Como se trata de alimentarse y nutrirse antes que simplemente comer para quitar el hambre hay que tener en cuenta ciertas pautas para acompañar las comidas. La primera es desechar los refrescos con gas y/o azucarados que acidifican la sangre, destruyen los glóbulos rojos que transportan el oxígeno a las células y eliminan el calcio de los huesos.
No fumar porque destruye las vitaminas que ayudan a recuperarnos mejor y secan nuestros pulmones y venas limitando enormemente nuestros avances deportivos.
No beber, el alcohol destruye las vitaminas y dificulta la asimilación de las grasas aunque no aporta calorías pero hace que se acumule más de lo que se debiera. Una cerveza o un vaso de vino al día no son malos, al contrario el vino tinto es un gran alimento antioxidante.
Olvídate de las calorías, un deportista de élite necesita unas 5000 calorías diarias, el doble que otra persona que no haga deporte, sin embargo no las puede sumar a base de patatas fritas, empanados, chocolate con leche o pastelitos, lo hará comiendo pasta, plátano o añadiendo aceite de oliva a su comida.
Cuida las proporciones si estás bajando tu peso, no te hinches con el arroz o espaguetis, combínalo con pollo, pescado o ensalada para comer menos hidratos de carbono.

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Sin sal o la menos posible porque las comidas saladas te harán retener más líquidos.
Cocina a fuego medio para que los alimentos no pierdan sus propiedades vitamínicas aún más ni se queme el aceite, que por cierto no debes reutilizar, usa siempre la cantidad justa.
Limpia bien la fruta y verdura y siempre que sea posible cómelas en crudo y con piel.
El pan NO engorda a no ser que te comas además de lo del plato media barra untada en la salsa del hambre que tienes por haber desayunado poco y llevar 5 horas sin comer nada.
Cuando se pasa mucha hambre entre comidas o se desayuna poco, el cuerpo tiende a guardar más en la siguiente comida que se haga y transforma más cantidad de alimento en grasa.
Los frutos secos son un buen tentempié o ingrediente culinario si no tienes problemas de peso, aunque como todo depende de la cantidad, eso si, con poca sal y sin chocolate o azúcar.




Hazte con un libro de recetas de comida sana, limpia y fácil de preparar al horno o guisada, verás que hay un sin fin de formas de comer rico y sano.
Ligero no significa escaso, sino digestivo.
Cuidado con las mermeladas, mantequillas, quesos grasos y ciertas salsas, pueden dar al traste con una merienda o cena ligera.
Las propoRciones entre las proteínas, grasas e hidratos de carbono varían según la cantidad de ejercicio que se haga y el peso del individuo, cuando el entrenamiento esté cercano a preparar los primeros 10 kilómetros daré otra serie de indicaciones que se mantendrán hasta el maratón pero que estarán basadas en todo lo anterior.


ÁNIMO y no te rindas, cada semana costará menos entrenar.

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