Respirando

Llevar la respiración correcta en ocasiones es complicado y costoso, y lo que es peor, nos hace la actividad del ejercicio aún más difícil. Básicamente se debe coger aire con la nariz para filtrarlo y que llegue caliente a los pulmones y expulsarlo por la boca, pero esta tarea puede cambiar en función del esfuerzo que nos impongamos en nuestra actividad favorita. Suele ocurrir que cuando nos vemos agobiados con el ritmo bajamos la guardia en el ritmo respiratorio y comenzamos a coger aire por la boca, esto es un error muy común pero subsanable con facilidad.

La acumulación de aire en el estómago al respirar por la boca conlleva la aparición de un dolor agudo en el vientre que nos impide llenar los pulmones tanto como se debería para sentirnos cómodos en el ejercicio, es lo que se conoce vulgarmente como flato. Una vez que ya ha aparecido lo más adecuado es bajar el ritmo y apretar con una mano en el costado donde nos duela porque de esta manera iremos expulsando el aire poco a poco y el dolor irá remetiendo, esto es posible hacerlo aunque estemos en competición y así no nos veremos obligados a parar hasta que se pase.

Pero lo importante de verdad es saber como evitar esta situación y para ello lo mejor es estar muy concienciado en llevar una respiración correcta, coger aire por la nariz y expulsarlo por la boca, con naturalidad sin aspavientos ni llamativos resoplidos, si estamos en la necesidad de hacer algo así lo mejor es que bajemos el ritmo, seguramente nuestro corazón y músculos nos lo agradecerán más tarde con una regeneración más adecuada.

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Incluso en los entrenamientos con repeticiones a gran velocidad controlar la respiración, mentalizarse en desarrollarla bien, en sus tiempos y profundamente va a evitar que tengamos síntomas de vómitos, mareos o tos, por lo tanto cuidar este aspecto del deporte nos hará disfrutar mucho más de esos momentos de máximo esfuerzo sin comprometer nuestra situación.