Las pruebas de triatlón consisten en una primera parte
de natación de travesía, bien sea en lago o en mar abierto en una distancia
desde los 750 metros a varios kilómetros, un recorrido en bicicleta sobre un
terreno relativamente llano de unos 30 kilómetros y finalmente una carrera de
fondo desde los 5 kilómetros en adelante. Estas distancias serían las de una
prueba típica del calendario popular de triatlón. Este se desarrolla en su
temporada que comprende la primavera y el verano para asegurar un tiempo
atmosférico más benigno para la prueba acuática y la ciclista, hay unas normas propias del deporte en
sí que hacen las pruebas individuales distintas a las que se realizan cada una
en su disciplina.
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Si bien el entrenamiento de cada una por separado ya es
suficiente como para desgastar físicamente a cualquiera, también es cierto que
nadie resulta ser un gran especialista en una de las pruebas individuales aunque
alguna se le dé mejor que otra y por lo tanto no hay grandes marcas por
separado. Sin embargo hay que entrenar de manera especial para que la
combinación de los distintos deportes se ayude entre sí. Desde luego jamás se
realizan todos el mismo día sino que se intercalan los dos cortos como la
carrera y la natación, los que ocupan un menor tiempo de entrenamiento, dejando
para un día a parte el ciclismo, de esta manera no existe
incompatibilidad entre ellos porque todos los músculos se ponen en
funcionamiento en periodos cortos de tiempo no existiendo una
superespecialización muscular, es decir, el cuerpo del triatleta combinará las
piernas de un corredor con las de un nadador y un ciclista y el tronco de un
nadador con los otros dos dando un aspecto bastante fornido a quien lo practique
pero sin quitarle agilidad, resistencia y flexibilidad.
Como en cualquier otro deporte hay que fijarse en como
discurre una de sus pruebas para realizar los entrenamiento de la manera más
parecida a la competición, esto debe incluir el ensayo de la natación en aguas
abiertas con oleaje, el pedaleo constante en llano que da lugar al conocido
manillar de triatlón donde se apoyan los codos para poder llevar una postura
cómoda durante largos periodos de tiempo, la carrera a pie en circuito llano
después de haber realizado otros dos deportes anteriormente sin olvidar el
tiempo que lleva hacer cada uno y por último el cambio de ropa y material entre
disciplinas: un traje de neopreno cálido con cremallera que se quite fácilmente
para dejar ver un cullotte corto de ciclismo y una camiseta técnica cómoda y
transpirable con la que se hará la carrera a pie más tarde, unas zapatillas con
cordones elásticos que puedan colocarse con rapidez, la ubicación más accesible
para la bici una vez se sale del agua y saber donde va a dejarse antes de
comenzar a correr… Tantos detalles requieren de una planificación previa y de
una técnica muy depurada para economizar esfuerzos en todos los aspectos,
logísticos y deportivos.
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