Correr no es cansado, sólo hay que darle al cuerpo la oportunidad de
recuperarse y economizar el esfuerzo entrenando de manera correcta
Estoy segurísimo porque es lo normal, que el
primer día que hicisteis 40 minutos a 160 pulsaciones habríais
abandonado antes de 10 minutos, es más, con la mitad de tiempo el
corazón ya estaba por encima de 170 pulsaciones, con seguridad también
según repetíais el entrenamiento y pasaban las semanas se hacía
muchísimo más fácil. La razón es que la velocidad pura sólo puede
mantenerse durante unos pocos segundos, después los músculos empiezan a
trabajar sin oxígeno, el ejercicio se hace anaeróbico, las células se
cargan de lactato que se fermenta y se transforma en ácido láctico, como
conclusión, si el ejercicio ha durado un buen rato o su intensidad ha
sido muy elevada tendréis unas buenas agujetas.
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No se ha dado tiempo a reciclar el lactato,
esto es, los residuos que se producen por la respiración celular no han
podido limpiarse en el torrente sanguíneo por falta de tiempo porque su
acumulación no se detenía y en ese medio se han transformado en
cristales de ácido láctico, que pinchan las células causando dolor con
el movimiento. Por lo tanto lo que debemos hacer es dar tiempo al cuerpo
a que retire los deshechos celulares para que no se “amontonen” y el
músculo pueda mantener su ritmo de trabajo. Como al principio no estamos
preparados para eso hay que enseñarle al cuerpo a realizarlo poco a
poco, de ahí que el ejercicio físico tenga que hacerse poco a poco tal y
como lo pida el organismo y según avance su asimilación igual avanzará
la intensidad del mismo, por eso las pulsaciones son una excelente guía para saber cual es el esfuerzo que se puede hacer en cada momento de preparación.
Más adelante con un correcto entrenamiento y
asimilación del mismo podemos dedicarnos a tratar de traspasar nuestras
propias barreras físicas pero siempre dentro de lo que el cuerpo
permita y con un entrenamiento previo de muy buena calidad.
Fuera del ámbito muscular, con la
respiración ocurre lo mismo, la progresión en los entrenamientos de
velocidad, su tiempo e intensidad debe ser lenta para ir asimilando los
cambios despacio sin poner en estado de shock al organismo.
¡¡Mucha suerte en vuestra competición!!
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