Adapta tus músculos


El partido de futbol dominguero resulta muy perjudicial y contraproducente como deporte si no hay detrás una preparación física durante el resto de la semana

Tengo que reconocerlo, soy vago y muy comodón y aunque entrene siempre que pueda dejando uno o dos días de descanso a la semana siempre trato de hacer lo menos posible. ¿Por qué voy a correr dos horas si con una me vale?, ¿Por qué voy a entrenar 7 días si puedo conseguir los resultados que quiero con 6? Pero además mi cuerpo también es vago, siempre me pide que haga menos de lo que debo y cuando me esfuerzo un poco más de lo necesario al día siguiente me responde haciéndose más fuerte para que la próxima vez le cueste menos, y sin embargo este método funciona.
A menudo muchas personas que se introducen en el deporte bien sea por salud, para aprobar unas oposiciones o simplemente para perder peso no atienden debidamente a este último punto, la adaptabilidad al esfuerzo. Y para que esto ocurra como su nombre indica hay que esforzarse que es lo que no ocurre en la mayor parte de los que entrenan, no llevan una rutina de ejercicio que haga que su cuerpo se adapte al esfuerzo porque simplemente este es o liviano o demasiado duro. Respondemos a estímulos continuados y nos adaptamos a ellos para que sean lo menos invasivos posibles.

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Realizar deporte 5 días a la semana resulta mucho más agradable y sencillo que hacerlo solo 2 o 3. Cuando se practica una actividad física de manera cotidiana se transforma en un hábito para el cuerpo que cambia para adaptarse y no nos engañemos, esto sólo ocurre si se entrena como mínimo 4 días por semana durante una hora diaria y todo lo demás es estar perdiendo el tiempo.
El organismo economiza el esfuerzo bajando las pulsaciones, aprovechando mejor los alimentos, reconoce lo que es bueno y lo que es malo, crea más defensas para las enfermedades, previene los resfriados, mantiene alejada la depresión porque el nivel de endorfinas en la sangre es alto y prepara a la mente para enfrentarse mejor con los problemas del día.

Cuando se entrena menos de estos 4 días semanales no existe una adaptación efectiva, ni economía cardiovascular, ni se mantiene el peso o se baja en caso necesario, más aún se está provocando un estado de estrés físico y cansancio continuo muy perjudicial porque cada uno de los días que se sale de la rutina del sedentarismo, el cuerpo se llena de radicales libres producidos por la respiración celular que oxidan y acidifican células vecinas que no pertenecen a los músculos y que envejecen antes porque detrás no hay unos hábitos alimenticios saludables realmente guiados por el ejercicio, ni un sistema cardiaco preparado para eliminar todas estas sustancias de deshecho liberadas en la sangre, ni unos músculos eficaces en su alimentación para soportar movimientos intensos y continuos a los que se les ocasiona agujetas que no son síntoma de la falta de actividad sino de un ejercicio mal hecho, fuera de toda capacidad para quien las sufre.

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